El personaje de videojuegos de Nintendo y su mundo mágico tienen un polémico trasfondo.
El simpático honguito de Súper Mario Bross, llamado de distintas formas según pasa el tiempo y según el tipo de juego: Toad, Super Toad, Mushrum (champiñón en inglés), tiene un significado oculto que cuando uno es niño no logra descubrir.
Pues resulta que la seta roja con manchas blancas se llama en realidad “Amanita Muscaria”. Este hongo también es conocido popularmente como matamoscas o falsa oronja y es venenoso.
Crece en bosques de pino negro, hayas y abedules, en las laderas de los Alpes, los Pirineos, el Himalaya y otras cadenas montañosas. De color rojo intenso con puntos blancos, se ha convertido en la seta más popular no solo por el video juego que tanto apasionó a la generación X sino también por su constante aparición en la iconografía infantil de los cuentos de hadas y las historias mágicas sobre gnomos y duendes.
Este hongo es un potente alucinógeno, conocido desde hace varios milenios en todo el mundo y usado sobre todo en rituales religioso por los hindúes y los chamanes siberianos.
Los vikingos también bebían un elixir confeccionado a partir de la seta para tener fuerzas en la batalla y no sentir dolor ni cansancio.
El consumo de la seta provoca una especie de borrachera eufórica con alucinaciones, frecuentemente macropsia, tendencia a ver los objetos más grandes de lo que son en realidad, o micropsia, el efecto contrario, es por eso que Mario se hace más grande cuando lo agarra.
Probablemente, este hecho también inspiró a Lewis Carroll cuando decidió otorgar al “hongo del sueño” que tomó Alicia en Alicia en el país de las maravillas la capacidad de encoger y agrandar los objetos.