La vida de Karina Jelinek se convirtió en una verdadera pesadilla desde que salió a la luz que su ex esposo, Leo Fariña, era un descarado valijero y evasor de impuestos. Si bien el divorcio de ambos ya se concretó, los bienes que tenían como matrimonio le siguen generando dolores de cabeza a la modelo. El padre de Fariña le pidió a la morocha que no abandone la casa de lo que fue la pareja porque podían estafarlos.
“Nosotros firmamos el desalojo voluntario para el mes de marzo, pero se produjo un problema con la sociedad (propietaria del piso). El padre de Fariña se presentó ante el juez y pidió que no se entregara el departamento. Es una interna de la sociedad. Mientras solucionan este tema, le pidieron a Karina que no se mueva de ahí. Ella se sigue haciendo cargo de las expensas y los impuestos”, contó el abogado de Jelinek, Carlos Sánchez Herrera.
Además, el defensor legal de la modelo adelantó lo que sucederá en el corto plazo al expresar: “Es el juez quien tiene que resolver si da a lugar al pedido del padre de Fariña o del actual directorio, que insiste en un desalojo inmediato. Por el momento, he suspendido los pedidos porque temen que sea usado para una defraudación”.
Por su parte, Jelinek contó ante el diario Muy cuáles son sus planes. “Es el hogar conyugal y prefiero irme antes de ir a juicio. Paso Navidad acá con mi familia y después me voy con mis muebles y mis perras a alquilar algo, para eso trabajo. Fue una separación muy escandalosa. Un divorcio que todavía cuesta. Me harté de todo. Me voy con mis cositas”.